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Foto del escritorSanti Santamaría

La comparación 📜

Actualizado: 19 sept

Mucho hemos visto, comentado y escuchado sobre el ritmo de las personas. Sus metas y logros personales no son directamente proporcionales al cumplimiento de las nuestras. Nunca lograremos lo que ha alcanzado el otro, ni usando aún su mismo procedimiento.


Somos diferentes, únicos y quizá especiales (no para todos pero si para quienes nos aman). Poco hemos hablado de lo que nos hace sentir el hecho de no estar en sintonía con los logros del otro, que no vayamos a la par es un golpe en la cara. Podemos ver como muchos a nuestra edad ya han logrado establecerse de forma independiente, han comprado su casa, se han casado o directamente lo han dejado todo y han buscado su futuro en otro sitio.


Tampoco se habla de lo que nos hace sentir el ver cómo los demás llegan a la meta mientras que tú ni siquiera sabes qué camino tomar. No es egoísmo ni envidia; es simplemente el costumbrismo que tenemos por compararnos siempre, lo que tengo, no tengo. Incluso en nuestras conversaciones ponemos el discurso del otro como marco de referencia para compararnos. "Yo también" "Yo tampoco" "Yo en cambio".


Nos sentimos diminutos al no aprovechar el tiempo, ni nuestros recursos en lograr lo que realmente queremos, pero ¿Realmente sabemos lo que queremos? Somos seres cambiantes y quizá hace un tiempo tendríamos claro lo que queríamos ¿Ahora lo tenemos?


Encontrarse a si mismo una y otra vez no es fácil, requiere de construir, reparar y transformar cada área de nuestra vida (personal, social, familiar, espiritual, profesional, etc.)


También requiere de esa escucha interna desde nuestro sentir, aquel que es omitido por todos los factores que nos distraen. Puedo apostar que muchos de nosotros no sabemos ni que existe. Dicho sentir siempre está ahí, se manifiesta a través de la manera en la que reaccionamos ante cada situación, se encuentra en nuestras motivaciones diarias, nuestros gustos, nuestras aficiones y se refleja de gran manera en nuestra reflexión, aquella capacidad analítica de revisar lo que sucede en cada hecho que acontece y encontrar su mensaje.


Recomiendo siempre tomar 5 minutos diarios, de introspección, se van a sorprender de todo lo que nos dice nuestro cuerpo, nuestro "yo interno". 🧠


Si pudiéramos tan sólo poner nuestra mirada, nuestros puntos de comparación en nosotros mismos. Parar nuestro piloto automático y vernos tal cual.


Para saber el camino debemos conocer de primera mano el destino al que queremos llegar (Escuchar nuestro sentir). No lo tendremos claro a la primera pero aquella inversión personal dará frutos a medida en la que vayamos descubriendo lo que nos quiere decir.


Alejémonos de esa visión normativa de tener, poseer, llegar a cierta edad con un check-list de cosas cumplidas que a la larga no sabremos si realmente las queremos o han sido parte de aquella programación cultural que hemos tenido desde pequeños.


No eres el único que se da golpes constantemente por no saber a dónde ir. Transforma la mirada hacía ti, en la búsqueda profunda de tus verdaderos deseos y gustos. Con esto cumplido, estarás a mitad de camino.


Aléjate de la comparación excesiva y sin fundamento, ellos son diferentes que tú, lo han tenido claro antes que tú y han tenido herramientas que por oportunidad o casualidad tú aún necesitas encontrar. ¡Eso no está nada mal! No te cohíbas por nada ni nadie:


Despierta y escuchar tu sentir, allí obtendrás la respuesta del camino que debes tomar. Ve a por ello y disfruta el proceso!



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